domingo, 28 de agosto de 2011

TECNICAS ESPECIALES PARA DESARROLLAR EL CONCEPTO DE TIEMPO Y ESPACIO


El Método CEMEDETE hace una clara separación entre los conceptos: Desarrollo Y Aprendizaje.

Definimos desarrollo como la consecuencia de una maduración biológica que permite la adquisición de conocimientos los cuales enriquecen la identidad del niñ@.

Definimos aprendizajes como todos aquellos conocimientos que no modifican la estructura de identidad del niñ@.

Todo conocimiento que se estructura desde la vivencia personal del sujeto modifica los circuitos neuronales dejando impreso en el sujeto no sólo el hecho o concepto aprendido sino la experiencia emocional que tal hecho ha producido en él.

Es importante que los conocimientos se realicen en base a una experiencia directa y personal en la que el niñ@ se vive como protagonista directo de aquel descubrimiento quedando integrado dentro de su estructura sensorial y cognitiva.

Hoy quiero explicaros una forma de desarrollar el concepto del Tiempo. Este concepto podemos desarrollarlo a través de múltiples experiencias en la vida del niñ@. En el caso que quiero explicar la “herramienta” que utilicé fue una planta de fresas.


El juego consiste en convertirnos, niñ@ y terapeuta, en cuidadores de una plantita de la que irán brotando capullos que se convertirán en frutos, pero para que esto suceda ha de transcurrir “tiempo”.
Primero observaremos y buscaremos los capullos cerrados que guardan en su interior la flor. Al igual que la tripa de mamá guardaba en su interior al niñ@  que nos acompaña en la experiencia.

A ese capullo le colocaremos una cinta de color y día a día veremos todos los cambios que van sucediéndole.

La primera vez que realizamos esta experiencia todo va sucediendo como si fuera mágico y en el niñ@ aún no existe la relación de cada uno de los hechos que van a ir aconteciéndose.

A todos los capullos que vayan naciendo le iremos poniendo una cinta de color diferente para poder diferenciarlos entre si.
El capullo se abrirá y de él saldrá una flor de pétalos blancos.


Al cabo de unos días la flor perderá sus pétalos para dar lugar poco a poco a un fruto que primero será pequeñito, de color verde…


…y luego irá creciendo y haciéndose más grande.


Nosotros cuidaremos la planta, procurando que tenga todo lo que necesita: Luz, calor, agua, tierra rica y abundante,…


Así cada vez nacerán más flores y los frutos se harán más grandes.



Una de las cosas que más sorprende a los niñ@s es ver como el fruto va cambiando de color y de verde pasa a ser rojo.

En aquellos niñ@s que se encuentran en la etapa de lateralidad, según el método Cemedete, se puede enriquecer esta experiencia con la realización gráfica de una tabla de doble entrada.  En un eje de coordenadas pondremos los colores que corresponderán a las cintas que hemos puesto a los capullos, en el otro eje representaremos con dibujos el proceso secuencial evolutivo desde que aparece el capullo hasta que la fresa está madura.


 Así iremos dibujando en cada cuadrícula la evolución del fruto del lazo rojo, amarillo, azul, blanco, rosa,…





…Cuando el fruto ya está maduro para ser comido…


…lo cortaremos con cuidado para no dañar la planta.


… y nos lo comeremos!!



¡¡Las fresas se pueden preparar de muchas y variadas maneras!! Nosotros optamos por la tradicional.



Esta es una de tantas experiencias que nos pueden ayudar a desarrollar el concepto de temporalidad en la que se apoya la estructura de identidad del sujeto. El Yo ha de estar contenido dentro de un espacio y un tiempo (presente- pasado- futuro); sin estos puntos de referencia no es posible el desarrollo del pensamiento humano. 


Adelina Barbero
Psicóloga Infantil

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