martes, 4 de octubre de 2011

REFLEXIONES DEL YO CONSIGO MISMO


-      Las personas que más quiero en el mundo son mis padres y mis hermanos, dijo Esteban mientras caminábamos una tarde de primavera. Ellos serían las únicas personas por las que yo daría la vida.

Yo caminaba a su lado acompañando ese espacio coloquial donde Esteban dialogaba consigo mismo y yo sólo era el espejo en el que él proyectaba sus pensamientos.

Esteban añadió: 

- A veces las personas son muy egoístas. Hay personas que darían la vida por sus padres para no quedarse solas. ESO ES EGOÍSMO, dijo levantando la voz con cierto tono de indignación.

Esteban me miró algo inquieto esperando que yo participara  de su conversación. Porque para él mi opinión y mi aprobación eran muy importantes.

-      Tienes razón, le dije. Y volví a guardar silencio invitándole a que siguiera expresando el motivo de aquello que le hacía sentirse inquieto y nervioso.

-      Si mi madre se muriera…yo no sé que haría!! Sería lo peor que me pasara. Si mis padres se murieran yo no querría seguir viviendo. Preferiría morirme.

 

Esteban detuvo la marcha, estaba confesándose algo que   no amaba de si mismo. Sus ojos de adolescente me miraban buscando en mi la respuesta de ese nuevo ser que había descubierto en él y que no aceptaba. Y es que a los 13 años no es fácil tener un nivel de conciencia tan elevado y crítico.

-      Te noto algo enfadado, le dije.

-      Si.

-      Es normal sentirse triste imaginando la pérdida de un ser querido. A todos nos ha pasado. ¿por qué estás tan enfadado contigo? ¿Es que acaso crees que eres un egoísta?

-      Sí, es eso. Y no me gusta.

Estábamos frente un semáforo en rojo. Él bajó la mirada temeroso de mi rechazo, de mi decepción. Pasé mi brazo por detrás de su espalda mientras le dije: Te quiero mucho y me siento muy orgullosa de ti. Todo lo que vives, sientes y piensas es muy bonito. Estás dejando de ser un niño, estás haciéndote un hombre. Tu campo de conciencia crece como consecuencia de la madurez que estas alcanzando. No temas porque todo lo que hoy te asusta y te da miedo es el principio de un camino que te ha de llevar a desarrollarte plenamente como hombre.

Eres inteligente y trabajando igual que lo has hecho hasta ahora podrás conseguir todo lo que te propongas.

-      ¿Y si no lo consigo?, dijo buscando en mi mirada la confianza y seguridad que necesitaba para seguir teniendo fe en si mismo.

Yo le sonreí, como quien no puede imaginar una mañana sin amanecer o una noche sin ocaso.



-      Te conozco desde hace varios años, le dije, y sabes que nunca te he engañado. Conoces cuales son tus capacidades y las cualidades que Dios te ha regalado, y aunque a veces dudes y tengas miedo, estás aprendiendo a ser un chico excepcional. Sabes que a tu alrededor hay personas que te quieren y te ayudan, sólo tienes que confiar en ellas. Aunque hoy te sientas pequeño y creas que sin tus padres no serías nadie sabes que hay muchas cosas que has empezado a lograr sin su ayuda, sólo con tu esfuerzo y tu ilusión, y aunque estas sean pequeñas, son el principio de tu independencia, de tu autonomía y de tu libertad. 

    Si por desgracia hoy te faltaran tus padres, aquellos que
    te amamos seguiríamos a tu lado enseñándote y  
    mostrándote el camino para que sigas creciendo y seas
    en la realidad aquel que hoy sueñas ser. 
  


Adelina Barbero
Psicóloga Infantil

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