miércoles, 14 de septiembre de 2011

MODELO DE IDENTIDAD


Una parte importante de los éxitos cosechados a lo largo de muchos años de aplicación del método Cemedete radica en la aplicación de un programa de activación armónica que estimula el desarrollo de las capacidades del niñ@ y le capacita para “hacer” lo que, por naturaleza, era poco probable que nunca hiciera (moverse, hablar, leer, escribir,…).

La otra parte es mucho más sutil pero sin embargo tanto o más importante que la primera. En Cemedete no sólo queremos que nuestr@s niñ@s hagan y aprendan cosas. Queremos que todos los aprendizajes que van adquiriendo sean la consecuencia de una nueva identidad más madura en la que él y ella no se colocan en la posición de niñ@ que recibe, sino en la de adulto que ofrece, que busca, que desea, que lucha por ser igual que las personas de su entorno que se le ofrecen como modelo.

Tan importante como que un niñ@ desarrolle una nueva capacidad es la de que a partir de ese momento sus educadores entiendan y acepten que “su niñ@” se hace mayor y que las ayudas que antes cubrían su incapacidad invalidante y que eran necesarias, ya no tienen razón de ser.


Consentir la identidad infantil en vez de ayudarle a elaborar una nueva identidad más madura y por lo tanto una nueva planificación del comportamiento, permite construir una realidad falsa y absurda donde él y ella se instalarán, porque entre otras cosas es más fácil y gratificante que luchar contra los impulsos egocéntricos del instinto natural.

Cuando el educador (familiar o profesional) confía en sus niñ@s y no atiende las debilidades que ell@s nos muestran de si mismos, porque estas obedecen a la búsqueda de una relación interactiva de orden afectivo y no se atienen a la realidad de sus posibilidades, les ofrece un nuevo camino de expresión de los afectos a través de la autosuficiencia y de la responsabilidad.

En Cemedete deseamos preparar a nuestr@s niñ@s para que sepan vivir en un mundo donde, los llamados normales, hacen frente a los problemas y vicisitudes sin la presencia de una madre y un padre que piense y actúe en vez de ellos.

Este es el objetivo que nos motiva a todos los de CEMEDETE para seguir trabajando.

Adelina Barbero
Psicóloga Infantil

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